mayo 10, 2013

El hecho y significado de ser, de llamarse y de sentirse MAMÁ



Una pregunta trascendental en la vida de todo ser humano es saber o tratar de comprender qué es, o qué significa ser alguien más dentro de esta vida.

Entonces tratas de pensar en las cosas que hace esa persona para poder crear una figura o un perfil y así poder entender de qué se trata ser alguien más.

Eso mismo sucede cuando tratamos de responder a esa cuestión ¿qué significa ser, llamarse y sentirse mamá? Pues bueno ese título (porque la palabra mamá no es cualquier cosa) encierra muchas cosas dentro de sí mismo.  

Creo que ser madre es un gran privilegio, pero también una gran responsabilidad, es sufrir, pero también es gozar, es dar, pero también no recibir nada a cambio, es amar, pero también ser olvidada, es esperar, pero también confiar, es enfrentar obstáculos difíciles, pero también tomar grandes decisiones, es callar, pero también hablar, es interceder por el hijo y ver la respuesta, es amar incondicionalmente, es perdonar.  Ser madre es compadecerse del hijo de su vientre.

Ser madre no es sólo un más o menos complicado parto con sus contracciones y posteriores esfuerzos, también lo es el tener a tu bebé chiquitito entre tus brazos y pensar: “Esta personita diminuta ha de ser y convertirse en Mi hijo”.

Ser madre no es sólo pasarte noches enteras sin dormir o, peor aún, despertarte mil veces para dar de comer a tu hijo, cambiarle el pañal y volverte a dormir como una máquina automática; también lo es cuando tu pequeñín te obsequia repentinamente una hermosa sonrisa que deja entrever sus desdentadas encías.

Se es madre cuando deja de maquillarse para no manchar a su hijo al plantarle un beso en toda la mejilla y tras el cual recibe una cariñosa y sincera palmadita en la espalda que acompaña un enorme abrazo. Se es madre cuando renuncias a ir al cine con tu marido, y lo deja para ocasiones especiales y lo cambias por ver capítulos repetidos de Dragon Ball Z, Los Picapiedra, Garfield y otras aventuras de televisión más, las cuáles ella se sabe de memoria, pero a que su hijo le fascinan cada día como el primero que las vio.

Por eso, no solo este día sino cada uno de nuestra existencia, estemos agradecidos a Dios porque nos mando un ser especial, un ser perfecto, un ser tan maravilloso que es quien nos ama y nos espera, quien nos anima en los momentos más difíciles y que nos acompaña en aquellos de llenos de alegría.

¡Mamá; tú no te llevaste mi futuro, me diste uno nuevo! Vales todos mis esfuerzos. Ser mamá no te roba tu juventud, te da una nueva perspectiva”. No hay cosa más cierta. Y es que cualquier mujer que haya pasado por esto sabe que el ser madre tiene sus momentos de dificultad, sin duda, pero compensa con resultados y triunfos.

Por ese motivo y por todas las razones que describí atrás (y a las que me faltaron un millón más sobre el gran significado de ser madre, este día les deseo lo mejor de esta vida a sus mamás y aquellas personas que gozan del privilegio de contar ya con ese título tan hermoso. Felicidades y gracias por ser ese complemento de nuestras vidas, por tener esa calidad de los SERES MÁS HERMOSOS sobre la faz de la tierra. 


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