julio 27, 2012

17 días de Gloria Olímpica

En la primera carta escrita por Pablo a los corintios (1-Corintios 9, 24:27), la Biblia hace referencia a los juegos deportivos celebrados en Corinto cada dos años:

9:24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.
9:25 Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
9:26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,
9:27 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.

Es así que a partir de hoy 27 de julio y hasta el 12 de agosto los ojos de millones de personas aficionadas o no al deporte y al espectáculo se posarán en Londres, en lo que los comentaristas califican como uno de "los mayores eventos deportivos del mundo".

Los ingleses protagonizarán la XXX edición de los Juegos Olímpicos (por tercera vez: 1908, 1948) y a partir de la fecha indicada muchos quedaremos atrapados por la emoción de los diferentes torneos.

Diariamente especularemos con las posibles victorias, lo que podría suceder, lo que hubiera pasado, los resultados obligados para clasificar, los cambios necesarios en cada delegación y lo más importante fijaremos nuestra atención al medallero, para ver qué país consigue más oros.

Unos pocos afortunados podrán presenciar cada uno de los encuentros en las diferentes sedes y localidades en que se llevarán a cabo las justas deportivas, mientras que la mayoría se reunirá frente a televisores y radios, para vivir con emoción cada momento de este gran evento.

Pero volviendo al pasaje que escribí al inicio, nosotros también estamos invitados a participar en nuestros propios juegos Olímpicos, pues Pablo nos exhorta a entrenar nuestro espíritu, a fortalecer nuestras habilidades y destrezas, con el fin de alcanzar el galardón preciado:

9: 18 ¿Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio.
9:19 Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número.

Pero, ¿en qué consiste ese entrenamiento para nosotros? Mientras estos deportistas desde los futbolistas, los clavadistas, los luchadores, maratonistas y todos los atletas en general se entrenan diariamente y con una disciplina muy fuerte, como lo menciona Pablo "lo hacen para obtener un premio que se echa a perder”.

El esfuerzo y dedicación en los Juegos Olímpicos, traen felicidad y honor temporal a cada país; pero ese premio “se echa a perder”, porque nadie lo disfruta, hay que tener bajo llave y seguridad las copas caras y las medallas de oro no sea que vayan a ser robadas.

Por otra parte “Nosotros, luchamos por uno que dura para siempre”. Nuestra copa y premio es de valor eterno, permanente, porque nuestra disciplina está basada en una espiritualidad cuyo centralidad es la Trinidad, donde Padre, Hijo y Espíritu Santo se aman y quieren que sigamos su ejemplo de permanente unidad.

No con esto digo que los deportes sean malos, para nada, pero debemos de tomar como ejemplo el duro entrenamiento que los atletas realizan para conseguir nuestro galardón en la carrera del Señor.

En Filipenses Pablo también nos dice lo siguiente:

3:12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.
3:13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
3:14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Así que disfruten de este evento deportivo pues sólo lo veremos 17 días y luego tendremos que esperar otros 4 años para la próxima justa olímpica. Y recuerden no dejar de entrenar su cuerpo y su alma, para poder proseguir con nuestro caminar y conseguir el título más preciado.

#Mi Opinión

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