noviembre 29, 2012

¿Qué es Tijuana?


La ciudad de Tijuana perteneciente al estado de Baja California, se ubica a 170 km al oeste de la capital estatal, Mexicali y a 60 minutos aproximadamente de Ensenada. Es conocida como la “esquina” o la puerta de México. 

En el 2008 Tijuana alcanzó la cifra histórica de muertos (844 personas), lo que suponía tener un aproximado de 2.3 ejecutados por día e iniciar los primeros días de cada mes con cifras de hasta 24 asesinados. 

La cotidianeidad se marcaba por la violencia desatada por los enfrentamientos entre los cárteles de la droga; principalmente el Cártel de Tijuana (también conocido como Cártel Arellano Félix) que competía en la demanda y movimiento de droga con otras organizaciones delictivas como el Cártel de Sinaloa que controla la parte poniente del país, el Cártel de Ciudad Juárez que controla la parte centro y con el Cártel del Golfo, que cuyo control se ubica en la parte este del país.

Pero los Arellano Félix empezaron a debilitarse por el resto de las organizaciones que empezaron a ganar terreno en esta zona.  En consecuencia la ciudad fue dividida en dos partes a consecuencia de la lucha entre dichos grupos delictivos por lo que además del virus de violencia que azota a la región, ha tenido una repercusión añeja y se ha vuelto un problema social de la frontera.

Todo este panorama propició a un mayor aumento en el índice delictivo así como al nivel de marginación, por lo que tanto jóvenes como adolescentes se integraban a las filas del narcotráfico, además de que la migración aumento y muchos pueblos de la ciudad que era considerada la sexta más poblada del país, se convirtieron en pueblos fantasmas.

No obstante todo lo descrito, hoy en día es diferente.

El “modelo” Tijuana, así denominado y presumido por el presidente de la República, es hoy considerada por las autoridades, como un “modelo de seguridad”, ya que en los últimos tres años la violencia provocada por el crimen organizado ha descendido dramáticamente.

Según especialistas hay dos explicaciones ante este fenómeno: una es que el cártel de los Arellano Félix ya no tiene más depredadores enfrente con los que luchar, así que controla la zona sin problema alguno. Por otra parte está la situación de que debido al trabajo de la policía y los militares en la detención de delincuentes y en los decomisos de droga, el índice criminal disminuyo.

Cualquiera que sea la situación, si bien la violencia no es fulminada del todo, ya es un gran avance a como lo era hace un tiempo no muy lejano.

Pero, vamos a lo que nos gusta y lo que nos ocupa. Como fenómeno sociológico el fútbol ha mejorado la imagen de la ciudad, ha convertido una tierra estéril en una tierra que produce frutos, para los tijuanenses la perspectiva cambió y dio un giro por completo.

Es lo mejor que les ha pasado en mucho tiempo. El turismo se ha levantado y ha regresado de la tumba en el que fue enterrado, la imagen y la mala fama no se borran fácilmente, pero comienza a quedar atrás ese estereotipo con el que estaba marcada la ciudad.

Hoy la fiesta se llama Xolos y se apellida Mohamed. El fútbol que junto a sus muchachos ha producido el técnico, representa un lazo de unión entre los habitantes de la ciudad. Identifica y junta lo heterogéneo, hace que los viejos y los nuevos tijuanenses borren la sangre con la que se teñían sus vidas y pinten con ese mismo rojo sus apasionados corazones.

Eso ha hecho el equipo de Xolos y su afición; y quedará inscrito en los anales de la historia por mucho.

El equipo es una continuación de tu ser, por lo que si gana, tu ganas, si pierde, tu pierdes. Así se vive cuando es futbolero. No hay más.

Si googleas Tijuana, el buscador te da a elegir entre 10 opciones; de las cuales 5 nos enlazan al fútbol y una más nos habla de que la situación ha mejorado bastante. A continuación si escribes Xolos en el mismo buscador, ya no aparece en los resultados la raza del canino o lo que tenga que ver con el mismo, al contrario todo es referente al Club que hoy le ha dado vida y que llena a la ciudad de esa esperanza que hace falta hoy en día y que no se consigue de la noche a la mañana.

Y con todo eso, la gente que acude al estadio lo hace por tres razones: la primera es para apoyar a su equipo, segundo; para acompañarlos en los triunfos pero más aun en las derrotas, y la tercera; para apartarse del ambiente que dejó huellas en sus vidas y por 90 minutos conseguir imitar a esos once jugadores que les han devuelto la ilusión de que con trabajo, esfuerzo y fe todo es posible.

Y aunque la vida seguirá su curso y mis reflexiones solo quedarán en la memoria de los que gustan de leer una crónica de este tipo; Xolos dejará huella en el balompié mexicano.

¿Ganaron ya? Conseguir el título es lo que más desean, sin embargo creo que eso es un pequeño plus pues ya han ganado bastante hasta aquí. Cambiar a una ciudad con el solo rodar de un balón y hacerlo golpear la red de la portería, es algo que muchas ciudades con el mismo problema o aún mayor, quisieran y añoran. Xolos es grande, y no de los grandes por títulos y campeonatos (sin menospreciar el hecho de que conseguir dichos galardones hace a un equipo grande) sino porque le enseñaron a la ciudad a confiar en el alma humana y no decaer ante situaciones difíciles.

Eso es Tijuana. Eso es Xolos. Y eso, es el fútbol.